La disciplina es la
capacidad de las personas para poner en práctica una serie de principios
relativos al orden y la constancia, tanto para la ejecución de tareas y
actividades cotidianas como en sus vidas en general. Como tal, la palabra
proviene del latín disciplīna.
PNL son las siglas de
Programación Neurolingüística y consiste en la utilización de la comprensión
del funcionamiento de la mente humana para alcanzar el máximo potencial
posible, ya sea en el área de las emociones, los negocios, las relaciones,
deporte, etc. De hecho, la PNL también es definida como la ciencia que estudia
la excelencia humana. En términos sencillos, la PNL es una tecnología, es
decir, una herramienta que nos permite reprogramar nuestra propia mente, para
que así, podamos instalar programas mentales que nos permitan obtener los
resultados que queremos en la vida.
Las personas que practican la resiliencia:
1. Son conscientes de sus potencialidades y
limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar
las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su
favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y
habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden
trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y
sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.
2. Son creativas. La persona con una alta capacidad de
resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que
ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos
rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil,
saca lo precioso.
3. Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus
potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son
capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus
objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también
reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas,
sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.
4. Asumen las dificultades como una oportunidad para
aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas
que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá
de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una
oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos
momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que
reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo
aprender yo de esto?
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